Prof. Cerebrón
Análisis: vida extraterrestre
Updated: Jan 11, 2021
Vivimos en un universo muy grande; a tal grado de llamarlo infinito por nuestro entendimiento. Hemos descubierto cómo están organizadas las galaxias y cómo es nuestro vecindario más cercano. Desde que aceptamos lo enorme y diverso que puede ser el universo, nos cuestionamos si estamos solos en él. Una pregunta lógica, pues si en el universo hay millares de estrellas y planetas, suena coherente pensar que no somos los únicos seres vivos aquí. Muchas historias de ciencia ficción siempre nos presetan a los extraterrestres de todas las formas, colores y costumbres habidas y por haber; desde ángeles que se vuelven piedra al verlos, hasta una criatura peluda, leal e inteligente. Es por eso que ha habido muchos esfuerzos por lograr hacer contacto con alguien allá afuera.

Actualmente, hay gente que afirma que ellos ya nos han visitado antes. Esto ha contribuido a ideas de conspiración, historias de abducciones, señales en campos y planicies, supuestas ayudas para levantar y para erradicar culturas, etc. Sin embargo, a pesar de todos estos relatos, testimonios o hipótesis, no existen pruebas contundentes que evidencien de una vez por todas que alguien externo a este planeta ya vino, hizo y se fue. El veni, vidi, vici de los alienígenas no está confirmado. Mucha gente dice que es “porque aún no estamos listos”, otros dicen que es porque están ocultos entre nosotros, pero lo cierto es que nadie sabe nada con certeza. Estos últimos argumentos parecieran lógicos pero no son aceptables ya que no pasan de ser una creencia subjetiva.
Señales de radio
Con el objetivo de encontrar a alguien allá afuera, en 1977 se lanzaron dos sondas a la deriva del espacio. Así mismo, desde la década de los 80 se han enviado mensajes de ondas de radio en diferentes frecuencias, así como también se ha tratado de recibir información similar. Existen diferentes radiotelescopios con detectores alrededor del mundo diseñados para captar cualquier señal que venga de las profundidades del espacio. De esta forma, se han detectado señales de diferentes cuerpos celestes, pero ninguna de alguna que parezca que es de una especie superior. En 2007, se descubrieron las ráfagas rápidas de radio (Fast Radio Bursts, FRBs), las cuales son señales de radio intensas que pueden ser causadas por súper novas u otra explosión. Saber qué emite dichas señales es útil para medir y entender mejor nuestro universo.
Cuando las ondas de radio de la ráfaga llegan a la Tierra, las frecuencias más altas inciden antes que las de frecuencia baja. Así la longitud de este retraso permite a los astrónomos calcular la cantidad de materia que las ondas de radio han atravesado hasta topar con nosotros. Gracias a las observaciones, los científicos han podido confirmar que solo el 4 % del universo es masa y que el resto es materia oscura y energía. Adicionalmente, también descubrieron que posiblemente la mitad de los átomos del universo se han estado ocultando en nubes dispersas entre las galaxias.
En 2015, se detectaron FRBs que eran repetitivas y que venían de una sola fuente, algo nunca visto hasta ese entonces. Esto llamó la atención de los observadores. Se midieron 10 FRBs de la misma dirección, las cuales coinciden con otra detectada en el 2012. Pero no hay que precipitarse, no son extraterrestres (aunque nos hubiera gustado). En cambio, esto indicó que algo está ocurriendo ahí regularmente y emite dichas señales tal como una estrella neutrón rotando. Señales posteriores similares se han atribuido a pulsares o agujeros negros.
Entre 2016 y 2018, se detectaron señales de radio posiblemente provenientes de un exoplaneta ubicado en la constelación de Boötes a 51 años luz de la Tierra. La sospecha de que vengan de un planeta se debe a que Júpiter emite señales similares. Es decir, las señales detectadas pueden ser causadas por los campos electromagnéticos de planetas. Sin embargo, hasta el 2020, continúa la investigación.
¿Podríamos encontrar alienígenas con eso?
Esta pregunta es complicada. Si bien no se descarta, ya que que es el objetivo de los investigadores, hasta ahora ha sido nulo el contacto con seres de otro planeta. Existe una hipótesis que menciona que los alienígenas están muertos, se le llama la Paradoja de Fermi. En ella se hace la siguiente pregunta: ¿dónde están todos? Es decir, es un universo gigantesto y no hemos encontrado nada aún. ¿Cómo es eso posible? Si acaso los objetos voladores no identificados son reales, básicamente sería nada en comparación a toda la vida inteligente que podría haber allá fuera. Puede ser que nosotros no estamos observando bien, o que nadie puede (o quiere) hacer contacto con nosotros, que ya se han aniquilado entre ellos mismos, o que la vida en otros planetas apenas está comenzando o que no nos han encontrado.
Por supuesto que esto sigue siendo abrumador y no es cercano a una respuesta clara. Pero esta hipótesis no puede ser descartada al carecer de resultados que demuestren lo contrario. Lo que sí hemos encontrado es que en nuestros planetas vecinos hay vestigios de vida microbiana fosilizada, pero nada fuera de cosas unicelulares. Posiblemente estemos muy acostumbrados a las posibilidades que H.G. Wells y Hollywood nos han propuesto.

No obstante, no podemos ser tan pesimistas. Según la ecuación de Drake, no hemos encontrado vida inteligente por el hecho que el universo es muy grande y por lo tanto es poco probable, más no imposible. Esta ecuación considera varios factores, incluída la paradoja de Fermi. Considera el número de estrellas dentro de la galaxia, estrellas que tienen planetas, número de planetas habitables, número de planetas con vida inteligente, número de planetas con suficiente tecnología como para lograr contacto y finalmente número de planetas con civilizaciones que no se han matado entre ellos. Si bien existen miles de millones de estrellas en una galaxia, se estima que solo un cuarto de ellas tiene planetas girando a su alrededor. Ahora bien, por cada estrella con planetas, al menos dos serían óptimos para la vida. Pero de esos dos planetas supongamos que en promedio solo uno puede albergar la vida de tal forma que pueda evolucionar, en el otro planeta su vida aún no ha evolucionado lo suficiente o simplemente ha ocurrido una catástrofe.
De aquí en adelante las suposiciones son más complicadas, ya que para que nosotros pudiéramos tener la tecnología que ahora tenemos ocurrieron un montón de sucesos individuales. Se ha propuesto que de todos los planetas que orbitan otros soles, solo el 1 % es capaz de albergar vida extraterrestre con suficiente tecnología como para alcanzarnos. Finalmente consideren las civilizaciones que posiblemente ya se mataron entre ellos con guerras, con cambios climáticos, apocalipsis zombi, pandemias u otros factores. Carl Sagan hizo este cálculo en su serie Cosmos y concluyó que en toda la galaxia es posible que solo 10 civilizaciones y nosotros, podamos encontrarnos. Siendo un poco más optimistas, supongamos que esas civilizaciones sobreviven como lo hemos hecho nosotros (y nosotros no somos capaces de viajes interestelares) y aumentaría a 1 millón de planetas con vida capaz de alcanzarnos. Esto es un número extremadamente pequeño para una galaxia, pero no es imposible, y eso lo tenemos bien en mente.
Varios científicos, incluido Stephen Hawking, han afirmado que hacer contacto con ellos sería contraproducente, pues no vienen en son de paz. Si los alienígenas que detectan nuestras señales son tecnológicamente capaces de venir para acá, sería algo así como un revival de los conquistadores europeos en el continente americano. Contra este pensamiento, hay gente que dice que quizá ellos ya han pasado por comportamientos violentos como nosotros y por eso nos traerían paz y amor. Es decir, las conquistas terrestres fueron hechas para buscar recursos, pero la exploración espacial sería para hacer contacto.
Obviamente también existen todas esas hipótesis de que somos hijos de extraterrestres y que ellos nos crían y nos observan en secreto. Que somos experimentos o que somos un regalo a la Tierra. Otra hipótesis dice que llegaron pero murieron por nuestras bacterias y enfermedades antes de que pudiésemos verlos, aunque eso involucraría similitudes en nuestros códigos genéticos. También debemos considerar que si tienen la suficiente tecnología para llegar acá es dudoso que quieran bajar al planeta, por lo que se mandaría una sonda segura. Recuerden: las máquinas hacen el trabajo sucio. Es posible que primero llegue tecnología alienígena en lugar de su titiritero. Finalmente no podemos dejar a un lado las teorías de conspiración del área 51 en Estados Unidos, en donde se supone ya hay contacto pero que no es seguro hacerlo público. Pero esto lleva a pensar lo siguiente: si algún gobierno terrícola ya ha hecho contacto y tiene acceso a los extraterrestres y su tecnología, ¿por qué no la usan para eliminar los problemas actuales del mundo?
No podemos estar creyendo lo que dice gente tipo Jaime Maussan con sus videos borrosos y testigos de dudosa procedencia. Tampoco podemos creernos todo eso de las abducciones, quizá solo fueron sueños o gente alucinando. Hasta no tener a un extraterrestre frente a nosotros no podemos afirmar nada. Se los dejo a su criterio, pueden compartir su opinión en los comentarios. Si es que hay abducciones y gente que ha hecho contacto con ellos deberían de traer evidencia, robarse algo de la nave o pedir prestado algo que de una vez por todas nos despeje las dudas.
Personalmente creo que sí hay vida allá en el universo. Me gusta pensar en eso, es emocionante. Pero dudo que hayamos hecho contacto. Hacer contacto extraterrestre sería el suceso más importante en la raza humana. Esto llevaría a un cambio de paradigma tal que podría llevar a crisis existenciales y deconstrucciones de ideologías políticas o religiosas de una manera única.
Y aunque nuestras concepciones de ciencia ficción pueden ser totalmente erróneas no hay problema, sigue siendo divertido para nuestra imaginación. Lo que es totalmente un misterio es cómo son las estrellas que producen esas señales y cómo serán los extraterrestres cuando los encontremos. No nos queda más que seguir buscando en la inmensidad del cosmos por alguien que venga a hacernos compañía.
Como siempre, gracias por leerme.