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  • Writer's pictureProf. Cerebrón

El campo magnético terrestre se está moviendo más lento de lo que se propuso

Gracias al movimiento del hierro en el nucleo del planeta se genera el campo magnético terrestre.



VCHAL/SHUTTERSTOCK

Abajo de nosotros, a más de 1,800 km de profundidad, se encuentra el nucleo de hierro fundido de nuestro planeta. Su movimiento crea un campo magnético, el cual ayuda a las especies a orientarse, nos protege de los rayos cósmicos y de las tormentas solares. Sin embargo, en los últimos años se ha visto que se ha estado moviendo ligeramente hacia el sur, rumbo a Siberia. Se sabe que eventualmente el campo magnético terrestre se volteará, es decir, las brújulas ahora apuntarán al sur geográfico y no sabemos cuando ocurrirá eso ni por qué ocurre. A este efecto se le llama Inversión Brunhes-Matuyama.


Los cambios de polaridad magnética son procesos naturales que comienzan debido al movimiento del núcleo terrestre. El calor del núcleo sólido producido por el decaimiento radioactivo de los elementos que le componen calienta y funde el hierro que le rodea. La convencción del hierro crea una corriente eléctrica que a su vez genera un campo magnético. Así, como lo indica la regla de la mano derecha, bebido a la rotación terrestre, el campo magnético se alínea con su eje de rotación, como resultado se tienen un polo norte y uno sur magnéticos. Hasta ahora se sabe que la Tierra ha invertido su campo magnético 10 veces en los últimos 2.6 millones de años. Se ha propuesto que esto se debe a pérdida del balance entre la rotación terrestre y la temperatura del núcleo. Lo que resulta en cambios en el movimiento del hierro líquido. No obstante, el proceso exacto sigue sin ser claro.


Según los investigadores de de la Universidad de Wisconsin-Madison han estimado que la última inversión de polos ocurrió hace 780 mil años mediante el estudio de muestras de hielo, lava y sedimentos del océano. Así mismo, este grupo de investigación ha podido estimar cronológicamente cuando fue la última inversión en la polaridad. Ellos explican que debido a que la lava basáltica contiene óxido de hierro en forma de magnetita, cuando la lava se enfría de 1,100°C a 550°C, la dirección de magnetización queda bloqueada. Como resultado la hisotria del campo magnético queda impresa en la lava. Como los anillos de un árbol. Así es posible datar los cambios en la historia del planeta.


El océano ha mostrado esos cambios en su suelo. Los granos de material magnético se van acumulando en el suelo marino y se van alineando con el campo terrestre. De esta forma se van haciendo líneas magnéticas. Sin embargo, estas líneas no dicen con exactitud las fechas debido a la compactación que ocurre en el fondo marino. Para proveer más evidencia a este fenómeno, se analizó el hielo de la Antártica, el cual contiene un isótopo de berilio que se forma cuando la radiación cósmica interactua con la capa más alta de la atmósfera. Esto ocurre justo cuando el campo magnético se debilita en los cambios de polaridad.


Estas tres fuentes, han provisto de suficiente evidencia para poder calcular la última inversión. Mientras que estudios pasados habían propuesto que la última inversión había ocurrido no hace más de 9 mil años, el equipo de la Universidad de Wisconsin-Madison ha mencionado que tomó 22 mil años en completarse. Es decir, es un proceso mucho más lento de lo que pensamos.


Si bien este estudio ha permitido hacer una primera estimación en la velocidad de proceso, siguen apareciendo preguntas. Aún no sabemos si este bailoteo en el magnetismo terrestre actual sea como una etapa preliminar para hacer el cambio, o simplemente es algo normal. Definitivamente se requiere más evidencia de estas fuentes para poder tener una visión completa de los cambios, su duración, sus etapas y sus consecuencias. De esta forma, sigue habiendo debate sobre si todo el proceso podría realizarse entre 13 mil y 40 mil años.


Entender bien estos cambios en la polaridad son cruciales para las futuras generaciones ya que toda la civilización depende del campo magnético terrestre. En los últimos 200 años, el campo magnético ha decaído a una velocidad de 5% cada siglo. Si este debilitamiento y este cambio en la posición del campo magnético son pruebas de un cambio inminente, traerá graves problemas en las telecomunicaciones. Los sistemas de GPS tienen que ser preparados para la recalibración y podrían estar expuestos a los rayos cósmicos. Adicionalmente, cuando el campo magnético es débil durante las inversiones el campo de dipolo principal cae hasta una fuerza de 10 % de su actual fuerza. Esto puede poner en peligro la vida sobre la Tierra. Estaríamos desprotegidos de los rayos cósmicos y luz ultravioleta al desestabilizar las moléculas de ozono.


Por lo tanto, se tiene que conocer bien como ocurre esto para estar preparados para cualquier cambio repentino o duradero.


Como siempre, gracias por leerme.



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